Joe: Y no sé si has entendido a lo que quise llegar...
Sam: He entendido Joe. No sabes lo que quieres y pretendes tomar decisiones que sabes que dolerán. Has ilusionado a este tonto corazón, le has enseñado a quererte pero no a olvidar esto que ahora siente. También has llenado de palabras lindas que ahora se las llevará el viento y me has hecho quererte y a saber lo que es extrañarte de una manera loca, sin dejarme ninguna pista de lo que se siente ser tocada por ti. Me has dejado triste Joe. Pero a pesar de todo lo malo, me has demostrado una vez más que no eres igual a todos los que han pasado por encima de mi corazón. Que no te pareces en nada a los hombres que han pasado por mi cabeza, dejándola confusa y amargada; dejándome en llanto por el dolor que supieron provocar en mí.
Me he dado cuenta que todavía eres aquella persona, la cual al solo pronunciar su nombre, me deja con un gusto raro de felicidad, y que eres aquella persona que siempre imaginé al cerrar los ojos, y la cual deseé con todo mi corazón tener a mi lado. Y ahora sé que existes Joe. Sé que hagas lo que hagas serás feliz porque no hay motivos para que no se así.
Joe: Sam, no sé qué decir. Yo sólo...
Sam: ¿Recuerdas cuando dije que me gustaba tener la última palabra?
Joe: Sí... Pero Sam...
Sam: Quiero que me veas marchar y recuerdes que alguna vez sonreíste estando conmigo. Quiero que me prometas que serás feliz y que me llamarás para dejarme escuchar de tu boca que realmente lo eres. Hoy quiero que me dejes tener la última palabra, por favor.
Joe: Sabes que no quise que así fueran las cosas Sam, tú lo sabes mejor que nadie. Prometo eso, y que jamás te olvidaré. Anda, dime Sam. Pero no quisiera escuchar nada que me hiera el corazón, no quisiera un reproche en este momento. Tan sólo...
Sam: Te amo y siempre te amaré. Tan sólo... recuerda eso.
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Quiero una reacción que diga ME ENCANTA
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