Si pudiera volver atrás y ponerme a su altura, juro que lo haría. Es gracioso, digo "a su altura", y ya me está pasando. Amo ver como va por la vida con esa inocencia que, dudo y afirmo a la vez, perdí hace rato. Andar sin preocupaciones, llevándose al mundo por delante y perdiendo la vergüenza ante todo.Que no le importa estar en ridículo y no creer en las cosas malas que hay en la vida, y así como si nada seguir imaginando que hay muchas cosas por las cuales sonreír. Andar por la vida saltando, girando, riendo y gritando. Y ella logra estar así. Reprochando y mariconiando porque no encuentra su muñeca que tanto quiere, mientras los demás andan desperdiciando la vida, llorando por boludeces que, al fin y al cabo, siempre encuentran su solución. Y a veces imagino en ser inteligente por un día, y crear una máquina que me lleve al pasado, y poder disfrutar lo que alguna vez me hizo reír y que ahora no logro recordar. Poder escuchar la voz de mamá una vez más, retándome por cosas sin sentido, llenándola de besos y abrazos que hoy no logro sentir, y poder recordar su olor. Cuando daría por recordarlo. Y ahí disfrutar un poco más de lo que fui, sin pensar en lo que soy, ni en lo que seré, que es lo que más me aterra hoy día al pensar. Como me gustaría ser otra vez la nena que fui. Gritar, llorar, reír, sin pensar que existen las tristezas, el dolor, la bronca y la decepción.
Sí, está completamente visto que no tengo muchas ganas de crecer. Directamente NO hay ganas. Quiero regresar el tiempo atrás, por favor. Quedarme en los brazos de mamá y jamás salir de ahí.
Sin embargo, sólo me queda cerrar los ojos, echar un suspiro y seguir creciendo.
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