Quisera darte felicidad eterna y decirte que en mis brazos estarás bien.
Poder rozar tus labios sin tentarme de una manera loca, y poder susurrarte al
oído que jamás encontraré a alguien como tú. Porque si de algo estoy segura, es de que, en ninguna otra parte del mundo, habrá alguien que se asemeje a ti.
Quisiera poder mirarte profundamente a los ojos y decir que no me alcanzarían las estrellas del oscuro cielo para contar cuánto es lo que te quiero.
Tomarte de la mano y sonreírte de la manera que tanto se que te gusta. Caminar sin problemas a tu lado, sintiendo que el viento hoy corre a nuestro favor.
Si tan sólo pudiera decirte hoy lo mucho que significas tu para mi...
Te contaría las mil y una hojas del árbol con tal de que no te vayas de mi lado, y si de eso dependa esperar nuevamente al siguiente otoño, lo haría.
Es que en realidad no sé muy bien que has hecho en mi, mi amor.
Tan sólo quisiera tomarte de las manos y sentir esa sensación que uno siente cuando sabe que realmente está con aquella persona que sabe que jamás soltará.
Quisiera que te sientes junto a mi, que me cuentes el motivo de cada lágrima que intentas soltar. Porque si de algo estoy segura, es de que quiero estar allí para secar cada una de ellas y decirte que todo va a estar bien. Porque sé que si juntos logramos permanecer a pesar de todo, es porque así lo será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario