jueves, 28 de abril de 2011

The voices in my head.

"Es igual que todos los que han pasado por tu vida". Al final mi conciencia no paraba de repetir la misma frase. Y sí, tenía que aceptarlo. Un poco de razón tenía.
Al final a una la engañan y la ilusionan con un montón de palabras tan lindas, tan raras. Palabras inventadas que llegan a enamorar a una por completo. Pero a la vez te das cuenta que no todo es tan lindo como te lo pintan y todo comienza a teñirse de colores turbios y amargados, como la sonrisa que suele provocarme los días de lluvia. Empiezas a encontrar esas mismas palabras, en libros que jamás leíste alguna vez. Comienzas a descubrir que aquel cariño que te entregaban no era sólo para ti. Y está bien, vos caes, pero mientras tanto sos feliz. ¿O no?
No me quita el sueño haber sufrido, ni haberme sentido incrédula por creerme cada cosa que me decían. No. Si cada palabra me sacó una sonrisa... Está bien. ¿O no? Y es ahí en donde encuentro aquellas voces en mi cabeza, gritando una y otra vez: "NO Sam. Esas palabras eran mentiras. Puras mentiras".
Pero, sin embargo hago oídos sordos y me convenzo de que las únicas mentiras que alguna vez funcionan realmente son las que pueden confundirse con la verdad. Entonces, quizás sí me quiso, quizás sí me quiere. "Quizás no". Por algún motivo me ha dejado de buscar. Tal vez siente que es lo mejor para los dos. Sin embargo las voces, esta vez, en tono de susurro, comienzan a querer convencerme de que todo esto, que él logró provocar en mi, fue en vano. Intentan impregnarle la idea a mi corazón de que una vez por todas lo saque de allí. Este no escucha. Se hace el indiferente. Se hace el que no siente, pero lo hace. "Sam, deja ya de estas estupideces. Jamás serás amada. Jamás sentirás aquello a lo que llaman 'amor'. Insistir sólo hace que te debilites más y más". Y comienzo a preguntarme si tendrán razón. ¿Tendré que rendirme a esto que siento? Pero, ¿Qué es lo que siento? Si dije que esperaría y sólo me encuentro con una distancia que marchita a mi tonto corazón el cual sigue indiferente, siendo él, el más afectado en esta historia. ¿Cómo puede ser que aquellas voces me confundan tanto la razón? Tendré que escuchar. ¿Y si no la tienen? "Ay, Sam, Sam. Que inútil eres con respecto al amor. Déjame descansar, te lo pido por favor". Aquellas palabras no venían de las dichas voces, no. Esta vez, hablaba mi corazón.

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