domingo, 20 de marzo de 2011

No te acostumbres.

-  ¿Te puedo pedir una cosa?
- Sí, dime.
- No te acostumbres  a mí.
- ¿Cómo?
- Que no te acostumbres a mi, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mi sonrisa en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres como te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mi cara cuando te ríes de mi, no te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres.. en serio.
- ¿Y eso a que viene?
-A nada, simplemente algún día me cansaré, me iré y echarás de menos esas cosas de las que un día te acostumbraste.

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